Manifiesto de Atenas 2000.
Recuerdo el valor de uno de los documentos que firmamos a la sombra del Partenon, en esa ciudad de Atenas, cargada de simbolismo por tantos motivos, y hoy azotada por una grave crisis económica, politica y social. En ese manifiesto de ATENAS señalamos el gran valor que aporta un espacio de encuentro como CLIPSAS, que nos permite reconocernos como masones a pesar de las diferencias filosóficas y de estilo que se ponen de manifiesto entre las diversas masonerías que en el mundo existen. Sin embargo, más allá de esas diferencias hay una serie de elementos comunes que nos permiten reconocernos que vienen proclamados en el Llamamiento de Estrasburgo.
El preámbulo del Manifiesto dice:
«El Llamamiento de Estrasburgo es tan contrario a cualquier definición dogmática de la masonería, que permite que cada Obediencia en su propio seno, interprete y practique
el Arte Real según su propio estilo, ya sea espiritualista, ya racionalista, sin intentar imponer ninguna ortodoxia nueva sobre las ya establecidas. Lo único que el llamamiento de Estrasburgo exige, es el mutuo respeto y la consideración como masones, de todos aquellos que aceptan los términos básicos de dicho llamamiento.
La importancia y la funcionalidad de CLIPSAS como foro de encuentro para la masonería, surge precisamente de que no tiene vocación de monopolio, y no es incompatible con otras asociaciones masónicas internacionales, de tipo regional o de carácter doctrinal mas definido; CLIPSAS pretende en todo caso, mantenerse como un Foro de encuentro y de comunicación lo mas «ecuménico» posible en el marco de una masonería mundial que es muy plural según los continentes, las culturas regionales y nacionales, las diferentes tradiciones religiosas y políticas, pero que están todas ellas animadas por un mismo ideal de libertad humana, respeto a la igual y dignidad humana, y la promoción de una humanidad cada vez más justa y fraterna» .
Manifiesto de Atenas 2000
Reunidas en Atenas las Obediencias masónicas agrupadas en CLIPSAS, hemos realizado un esfuerzo de análisis y reflexión sobre el valor del Llamamiento de Estrasburgo de 1961-62, sobre su vigencia presente y futura, y hemos llegado
a las siguientes
Conclusiones
1ª La masonería especulativa moderna nació en 1723 en torno a las Constituciones de Anderson, con el propósito de ser un verdadero «Centro de Unión», entre personas
que de no ser por la Masonería, nunca se hubieran conocido.
Las Constituciones de Anderson de 1723, invitaron a muchos seres humanos a una nueva forma de sociabilidad, a personas que se hallaban divididas por causa de
sus diferentes concepciones religiosas y filosóficas, pero que sin embargo compartían, sin llegar a saberlo, un ideal constructivo de la vida humana, y que a partir de ese ideal,
logró desarrollar un método para construir una nueva forma de fraternidad.
2ª.- El Llamamiento de Estrasburgo de 1962 es un documento del mismo rango que las Constituciones de Anderson, y pretende aplicar a la masonería el mismo principio
que las Constituciones aplicaron a la sociedad de su época: crear un centro de unión entre Masonerías y entre Masones que de no ser por el Llamamiento, nunca hubieran
llegado a conocerse para unir lo que está disperso.
3ª.- El Llamamiento de Estrasburgo se basa en el principio de Absoluta Libertad de Conciencia. Ese principio aplicado a la masonería significa que cada masón, cada logia
y cada Obediencia tienen plena libertad para interpretar individual y colectivamente la tradición y el método masónico, ya sea conforme a un principio espiritualista, ya sea
conforme a un principio racionalista, ya sea como una sociedad iniciática (.) masculina, femenina o mixta.
La Libertad de conciencia propugnada por el Llamamiento de Estrasburgo, se fundamenta en el respeto a la libertad de cada Obediencia de trabajar el ritual masónico según sus propias luces, a partir de ciertos elementos comunes irrenunciables.
4ª- El Llamamiento de Estrasburgo establece una definición comprensiva de la Logia justa y perfecta, que permite una referencia común para todas aquellas Obediencias
signatarias, y que garantiza la identidad de lo que de común tienen las diferentes tradiciones que confluyen en la masonería especulativa.
5ª.- El Llamamiento de Estrasburgo, y la Unión de Estrasburgo dieron a luz CLIPSAS, como una estructura de enlace cuya única finalidad, es servir de instrumento de información y comunicación entre las Obediencias masónicas.
Las nuevas tecnologías de la comunicación auguran una eficacia para CLIPSAS mucho mayor que la que ha tenido en el pasado.
6ª.- EL CLIPSAS es compatible y complementario con el establecimiento de toda clase de relaciones bilaterales entre las Obediencias, así como lo es también con otros foros masónicos con los que está dispuesto a colaborar.
7ª.- En el umbral del nuevo siglo XXI nos reconocemos en el valor de CLIPSAS como instrumento al servicio de la Masonería y del Llamamiento de Estrasburgo, como renovación de la tradición moral y espiritual que animó las Constituciones de Anderson.»
Y esto lo firmamos en Atenas, la ciudad de Sócrates y Pericles, finalizando el siglo XX, en el umbral del siglo XXI.
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